El cuento se apoya en ese vínculo fundamental que se debe construir entre un padre y su hijo. Ambos comienzan un diálogo filosófico, íntimo, sencillo pero profundo, en el cual todas las dudas, los interrogantes, los temores, las angustias del pequeño se colman y se calman con cada respuesta de su papá. Respuestas que salen de la experiencia y, especialmente, del amor.
Una narración clara y fresca, con ese ritmo repetitivo que seduce a los más pequeños, acompañado de delicadas ilustraciones, en la misma línea que los libros anteriores. El libro perfecto para enseñarles a los niños que cuestionarse el mundo es válido y necesario. Y que los padres están a su lado para contenerles y darles impulso.